Cuenta la leyenda que Napoleón le decía a su ayudante esta frase cuando tenía prisa para vestirse. ¡Qué razón tenía! Cuando queremos hacer algo importante y rápido a la vez, la mejor receta es tener serenidad y la cabeza fría y hacer las cosas poco a poco.
Por culpa de haber tomado durante 10 días unos antibióticos para curarme una gripe, acumulé una debilidad muscular en todo el cuerpo pero especialmente aguda en los gemelos e isquios. A pesar de ser consciente de ello no bajé el ritmo de entrenamiento y se produjo la odiosa microrotura de fibras que te hace estar parado una semana.
¡No pasa nada, unos días sin correr y esto se cura sin problemas¡. El campeonato de Castilla y León de Duatlón estaba cerca y no era momento de parar los entrenamientos. Tras unos días de reposo, el jueves antes de la carrera un test de carrera continua sin molestias y listo para la carrera.
Pero las carreras son las carreras, y tras una salida fuerte el dolor vuelve al gemelo y a partir de aquí la lesión volvió a aparecer. !Otra semana perdida Grrrrrrrr¡
Ahora miro el calendario todos los días, contando los que faltan para el Triatlón de Madrid, Clasificatorio para el Campeonato de España y uno de los objetivos de la temporada. Por desgracia para mí es el día 25 de mayo y casi no he empezado a correr otra vez desde la lesión.
Pero tengo claro que lo peor que se puede hacer es intentar forzar y lesionarme de nuevo, así que esta vez voy a estar tranquilo y confiar en todo el trabajo realizado desde noviembre y a los milagros del entrenamiento cruzado, tan eficaces en un deporte como el triatlón.
Mientras tanto me concentraré en lo que SÍ puedo hacer (nadar y montar en bici) y me olvidaré de lo que NO puedo hacer, para llegar el día 25 al nivel máximo de recuperación.
Voy a vestirme despacio, que tengo prisa por recuperarme.
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