Empieza el
otoño y los triatletas volvemos a los entrenamientos ya pensando en la
temporada que viene. Por delante nos esperan muchos meses de preparación antes
del próximo triatlón o duatlón.
Dependiendo
del tipo de pruebas que le gusten a cada uno (distancia corta o larga, duatlón
o du cros) los tiempos serán distintos, pero todo debería tener un mismo hilo
conductor y la planificación de los entrenamientos una secuencia común.
Voy a
tratar de aportar unas sencillas recomendaciones sobre lo que a mi juicio se
debe tener en cuenta para aprovechar al máximo el tiempo que tengamos:
- Planificar la temporada: qué
pruebas voy a correr y de ellas cuáles son las más importantes para mí.
Será mi calendario personal y toda la planificación se centrará en dicho
calendario.
- Analizar la temporada
anterior: este debería ser seguramente el primer punto. Cómo competí en
cada carrera, qué cosas me salieron bien y qué cosas mal. Qué tipo de
pruebas se me dan mejor y en definitiva cuáles son mis puntos débiles.
- Enfocar la planificación para
mejorar en mis puntos débiles (que seguramente será lo que menos me gusta
hacer). Si cuando estamos cansados o con pocas ganas sólo hacemos lo que
se nos da bien nuestros puntos débiles lo seguirán siendo.
- Establecer grandes ciclos de
entrenamiento. Si mi temporada dura 9 meses hacer por ejemplo tres ciclos
de entrenamiento: el primero de base, el segundo de precompetición y el
último de competición.
- En el ciclo de base los
entrenos primarán el volumen sobre la intensidad. Se trata de adaptar el
cuerpo al trabajo aeróbico de fondo. Es esa época del año en la que hay
que ir despacito, aunque ya se ve a muchos que no se aguantan y ya quieren
correr. Si además podemos hacer algo de fortalecimiento muscular general
(pesas o gomas) nuestro cuerpo nos lo agradecerá y evitaremos lesiones.
- En el ciclo de precompetición
aumentaremos la intensidad sacrificando un poco el volumen. Es la época
dura en la que se está todo el día cansado, pero en la que mejoramos
nuestros tiempos. Es bueno ir haciendo alguna competición que no sea
objetivo principal para ver cómo vamos y mejorar la calidad.
- En el ciclo de competición
tendremos que aprender a recuperar de los esfuerzos de las carreras y
volver en seguida a los entrenamientos fuertes. El trabajo de volumen ya
lo hicimos en los meses anteriores y ahora se trata de hacer
entrenamientos más cortos pero intensos, que nos mantengan la velocidad.
- La mejora viene del
entrenamiento regular no de pegarse “pechugadas” un día y descansar tres.
Si un día no se puede entrenar no lo intentamos compensar haciendo doblete
o triplete el siguiente. Eso sólo sirve para acumular fatiga y no mejorar.
- El entrenamiento no es sólo
sufrir, también debemos atender al entrenamiento invisible, esto es:
alimentarse adecuadamente, descansar lo necesario, darnos un masaje de
recuperación de vez en cuando y tratar de ser felices en nuestra vida
personal evitando el estrés y la ansiedad.
- Saltarse la planificación
cuando sea necesario. Hay que ser exigente pero a la vez flexible con uno
mismo. Si un día no puedo hacer series porque no puedo con mi alma es
mejor descansar o rodar suave que matarnos para no llegar a nuestros
ritmos habituales. Los planes son necesarios, sí, pero hay que saber cuando
romperlos.
Ahora solo
hace falta abrigarse bien y salir a entrenar. ¡SUERTE!
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