Como diría Forrest Gump en uno de sus monólogos en la parada de autobús. Hay veces en las que no tienes más que decir que lo que ya has dicho.
Eso es lo que tengo que decir de mi participación de hoy en el Duatlón de Moraleja de Coca. Ni un sólo reproche, ni un sólo pero, ni un sólo ¡Y si...!. Hoy salió todo como tenía que salir.
La carrera había perdido un poco la gracia al saberse que todos los que terminaran en grupos de edad se clasificaban directamente para el Campeonato de España de Duatlón. Eso le quitaba el interés por dejarte la vida arañando puestos y la cuestión se centraba exclusivamente en darlo todo para probar cómo están las fuerzas en la primera carrera de la temporada.
Así que con este planteamiento, y sin haber corrido más que un cross en el mes de enero, salí a darlo todo desde el inicio en la carrera a pie con malas sensaciones en los 2 primeros kilómetros, para luego coger ritmo de crucero agarrándome a los de delante para formar un buen grupo de cara al segmento de bicicleta.
La transición casi perfecta (nunca lo es del todo) sin perder nada y adelantando algún puesto que sólo servía para montarse en la bici con menos barullo.
El segmento de bici a bloque todo el grupo, sin demasiada colaboración de nadie, enganchando a algunos de delante y sin que nos cogieran los de detrás. El grupo iba bastante nervioso con varios amagos de caídas y enganchadas, sobre todo en los giros de una carretera super estrecha y no apta para girar en paralelo 10 bicicletas.
Para terminar, 2,5 kms. de carrera a pie sufriendo para mantener la posición y terminando bastante fuerte, lo que me da confianza de cara a los meses que vienen por delante, ya que con el poco trabajo de calidad hecho me ha permitido correr en los tiempos del año pasado.
Hay veces en las que simplemente haciendo bien lo que se supone que tienes que hacer ya es suficiente, sobre todo al inicio de temporada, así que esta breve crónica simplemente es un
¡y no tengo nada más que decir!
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